Un futuro con cero accidentes: Seamless Autonomous Mobility de Nissan
La clave para un futuro con cero emisiones y cero accidentes es contar con un sistema en el que todos los que forman parte de él estén totalmente conectados: vehículos, conductores, peatones, ciclistas, motociclistas, etc. Nissan juega un papel central para la construcción de este futuro; desarrollando desde vehículos eléctricos, autónomos y amigables con el ambiente, hasta sistemas de control de tráfico y servicios de movilidad.
Seamless Autonomous Mobility (SAM) de Nissan es el sistema de movilidad desarrollado para definir el futuro de una conducción totalmente autónoma. Basado en inteligencia artificial, permitirá producir e integrar en la sociedad, vehículos robotizados totalmente inteligentes, capaces de tomar decisiones en distintos entornos de conducción. Por ahora, el reto para la marca japonesa es que los vehículos tomen las decisiones correctas y reaccionen correctamente en situaciones imprevistas como accidentes, obstáculos en el camino o cualquier otro escenario inesperado.
«SAM no es solamente para los vehículos Nissan, es para todos los vehículos» comentó Maarten Sierhuis, ex científico de la NASA y director del Nissan Research Center en Silicon Valley. «Con base en nuestra visión Nissan Intelligent Mobility, nuestro objetivo es transformar el sistema de movilidad y la manera en que nos transportamos, queremos reducir accidentes y tráfico. Lo que hacemos es buscar la forma de tener un sistema del futuro hoy y tenemos un trayecto bien definido hasta el año 2020, cuando los vehículos serán autónomos en autopistas,» agregó Sierhuis.
Algo fundamental dentro de SAM, es el equilibrio humano/máquina. Nissan no tiene como objetivo eliminar al ser humano del sistema; más bien entiende la inteligencia infinita del ser humano y quiere utilizarla para emular y controlar el propio sistema. Todo esto integrado en un vehículo cero emisiones y amigable con el ambiente.
SAM es un sistema de soporte para los vehículos, su funcionamiento a grandes rasgos es el siguiente: un vehículo autónomo circula en la cuidad y se enfrenta a un accidente, tal vez haya policías haciendo señales, conos preventivos o semáforos; en cualquiera de los casos el vehículo podrá reconocer algunas de estas señales, pero no será capaz de juzgar por sí mismo la situación.
Se necesita del juicio humano para entender y decidir el curso de acción apropiado. De ahí la importancia de mantener al ser humano en el sistema. SAM permitirá al vehículo diferenciar cuando puede solucionar un problema por sí mismo, o cuando debe solicitar ayuda al centro de comando.
Este sistema de Nissan funciona de manera muy similar a las torres de control de los aeropuertos, en donde los operadores indican de forma individual a cada vehículo que solicite asistencia, cómo y dónde debe movilizarse o detenerse, sin necesidad de realizarlo por el vehículo mismo.
Los detalles de cada uno de estos incidentes -ubicación, situación y solución- serán almacenados en la nube para que todos los otros vehículos con sistema SAM puedan acceder a ella. Por lo que, a medida que el sistema aprende con experiencias, la tecnología autónoma mejora.
Las pruebas de campo iniciaron en Japón durante el 2017, en asociación con la empresa japonesa DeNA. Actualmente en el Nissan Research Center de Silicon Valley (NRC-SV), se realizan pruebas y se cuenta con un simulador que permite avanzar en el desarrollo de esta tecnología. Además, Nissan firmó un acuerdo con el Centro de Investigación Ames de la NASA, ubicado también en Silicon Valley, para colaborar en investigación y desarrollo tecnológico.
La normatividad jurídica de California lo hace el lugar ideal para realizar pruebas de vehículos autónomos tanto en simuladores, como en caminos reales. De ahí la importancia que el NRC-SV representa para Nissan en el desarrollo e innovación de nuevas tecnologías.
Se tiene contemplado que, para principios de 2020, Nissan comience a ofrecer su servicio de movilidad en donde comenzará a transportar pasajeros a bordo de un vehículo robótico.