Cinco recomendaciones para relacionarse respetuosamente con personas sordas
Desde 1958 se conmemora a nivel mundial la Semana Internacional de las Personas Sordas durante los últimos días de setiembre, con el propósito de promover la inclusión de las personas con problemas auditivos y/o con sordera crónica. A su vez, sirve para alentar a las personas oyentes a tomar conciencia de la forma más respetuosa de interactuar con personas sordas y la importancia de la detención temprana de algún trastorno auditivo.
La empresa de telecomunicaciones Entel cuenta con el programa “Señas Que Conectan”, que a través de capacitaciones lideradas por la organización MAW, enseña a sus colaboradores lengua de señas peruanas para brindar una adecuada atención a las personas sordas. Ya tiene 53 colaboradores capacitados en 12 ciudades a nivel nacional y, en el marco de la Semana Internacional de las Personas Sordas, comparte estas cinco recomendaciones básicas para relacionarse de manera respetuosa:
- La vocalización exagerada no hará que te entiendan mejor: Cuando crees que lo mejor es una vocalización excesiva, en realidad, estás deformando tus expresiones faciales y confundiendo a tu interlocutor.
- Llamar la atención sin ser invasivo o descortés: En muchas ocasiones no sabemos cómo llamar la atención de nuestro interlocutor no oyente. En esos casos, lo mejor es tocar el hombro suavemente o, si se encuentra lejos, hacer una señal de saludo. No exageres con tus movimientos. A nadie le gusta ser perturbado.
- No presupongas que todas las personas no oyentes tienen como primer idioma el español: Para muchas personas sordas su primer idioma es la lengua de señas peruana, por lo que les costará entender una nota escrita en español o en cualquier otro idioma que no sea el de señas. En esta situación, y ante la posibilidad de no poder comunicarse en lengua de señas, lo ideal es utilizar herramientas visuales como imágenes o representaciones.
- Contextualiza a tu interlocutor: Cuando conoces a una persona con discapacidad auditiva no suele darse cuenta o percibir el volumen de su risa. Si pasa algo gracioso se puede reír muy fuerte. Explícale sutilmente si en el lugar en el que se encuentran se puede hacer ruidos fuertes o no. Lo entenderá y hasta le parecerá gracioso.
- Es importante asegurarse que tu interlocutor ha entendido todo: Trata de ser paciente y evita utilizar palabras muy complejas, especialmente si la otra persona está leyendo tus labios.