Convertir Lima en una ciudad inteligente no implica una inversión exorbitante
A pesar de ser una ciudad en constante crecimiento tanto a nivel de población como de infraestructura, convertir a Lima en una ciudad inteligente y moderna es posible, y eso no implica necesariamente inversiones exorbitantes.
Así lo señaló el Dr. Daniel Aliaga, Docente de la Universidad Purdue (Estados Unidos) y expositor principal en el XI Simposio Peruano de Computación Gráfica e Imágenes (SCGI 20017), organizado por el Centro de Investigación e Innovación en Ciencia de la Computación (RICS) de la Universidad Católica San Pablo de Arequipa.
Se le denomina ciudad inteligente al espacio geográfico creado o reorganizado mediante herramientas digitales de diseño y evaluación, que contribuyen a optimizar el desarrollo y la planificación urbana.
“El objetivo de una ciudad inteligente es ser sostenible para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, sin que ello implique afectar al medio ambiente y sin necesidad de una gran inversión”, indicó el Dr. Daniel Aliaga.
Según el especialista, para que Lima se convierta en una ciudad inteligente se necesita de previa planificación urbana, que puede desarrollarse mediante el uso de herramientas computacionales para ayudar en el análisis, planeamiento y predicción de cómo sería la ciudad en un futuro.
Fruto de este análisis, podrían tomarse algunas medidas que contribuyan a mejorar la calidad de vida en la ciudad y a organizar mejor los recursos. Algunas de estas iniciativas podrían ser:
- Cambio de sentido de determinadas calles. Previa investigación, la modificación en la circulación en vías específicas puede contribuir a reducir el tiempo que las personas pierden diariamente por causa del tráfico.
- Pintado de calles y limpieza de techos. Esta sencilla medida, que tendría que requerir la aceptación de la población, puede aportar en la mejora del clima urbano y la temperatura local.
- Mejora de infraestructuras. Una medida para mejorar el clima de la ciudad también implica analizar la distancia entre la altura y el ancho de los edificios públicos y privados.
- Uso de materiales adecuados para la construcción. La temperatura también puede modificarse motivando el desarrollo de nuevas construcciones utilizando materiales que no absorban el calor y que propicien la circulación de aire y gases medioambientales.
“Medidas sencillas cono estas pueden volver a Lima una ciudad inteligente. La implementación de las mismas debe evaluarse con herramientas tecnológicas que sin duda implican una inversión mucho menor a la de la construcción de infraestructura vial que con el tiempo termina generando mayor congestión”, remarcó el Dr. Daniel Aliaga.
Más información sobre el Simposio la pueden encontrar en este link: rics.ucsp.edu.pe/scgi2017