Cuatro tipos de viajes a realizar si tienes niños en casa
Al acercarse el 3er domingo de agosto, muchas familias planean celebrar el Día del Niño Peruano viajando con los más pequeños de la casa. Sean viajes cortos o de mayor duración, estos pueden ser de diversos tipos y cada uno requiere una preparación diferente.
Como afirma ASSIST CARD, compañía líder mundial de asistencia integral al viajero, los viajes pensados para niños a menudo son de cuatro tipos: recreacionales, educativos, familiares y aventureros. Sin embargo, si bien cada uno cumple un objetivo diferente, cada viaje puede combinar más de una intención, como aquellos que además de educativos pueden incluir muchos momentos de recreación.
Pero ¿cómo saber qué tipo de viaje es más conveniente?Para definirlo de una forma muy sencilla, ASSIST CARD nos brinda las siguientes recomendaciones para disfrutar de una nueva experiencia en familia.
VIAJE RECREACIONAL.Los padres de familia planificanusualmente estos viajes para premiar el esfuerzo de su pequeño en el colegio o con el único fin de romper con la rutina. Destinos especialmente diseñados para este tipo de viaje son aquellos que incluyen parques recreativos, como Disney World y Yerba Gardens, en EE. UU., o St. Kilda Adventure, en Australia.
Estos viajes exigen una especial atención a la compra anticipada de boletos y un presupuesto enfocado en el ingreso a los parques de diversiones. Además, podríamos considerar en el viaje a algún compañero cercano de nuestro niño -en acuerdo con sus padres-. Eso sí, debemos asegurarnos de que nuestro hijo viaja en las mejores condiciones de salud posibles, para que pueda dedicar el mayor tiempo a su plena distracción.
VIAJE EDUCATIVO. Está orientado a reforzar lo aprendido en el colegio o a transmitir algún aprendizaje que deseamos que adquieran. Los destinos preferidos para este tipo de paseos están relacionados a menudo con historia, arte y el estilo de vida de otras ciudades, en localidades como Chavín de Huántar, en Ancash, o centros arqueológicos como Chanchan, en La Libertad, o Kuélap, en Amazonas.
Lo más importante al realizar estos viajes es la participación de los padres como guías y maestros. Tratándose de niños, debemos procurar que estos momentos se combinen con otros de distracción pura, de modo que la experiencia no termine pareciéndose a un día más de escuela. Lo recomendable también es priorizar un calzado muy cómodo, por si debemos hacer algún recorrido largo por la ciudad.
VIAJE FAMILIAR. Con estos viajes buscamos que nuestros niños disfruten de un momento pleno en familia. El trabajo o el exceso de horas de escuela suelen afectar este vínculo y un viaje pueden ser la excusa ideal para que los padres pasen más tiempo con sus hijos. En este caso, los mejores destinos suelen ser aquellos que procuren actividades grupales para adultos y niños.
Cuando planeamos estos viajes, lo principal es estar dispuesto a elegir alguna actividad que nos proponga nuestra agencia de viaje, hotel o guía turístico; y que se adapten a nuestros gustos o expectativas. La vestimenta más apropiada puede variar mucho dependiendo de las dinámicas que programemos y del destino que elijamos.
VIAJE DE AVENTURA. Viajes de este tipo son comúnmente realizados al campo abierto, en nuestro propio vehículo y/o alejados de un centro urbano (sin alojamiento en un hotel, por ejemplo). Por tratarse de una aventura con niños, debemos procurar tener el mayor control posible sobre lo que pueda ocurrir y conocer bien el espacio que visitaremos. La intención aquí es que nuestros pequeños entren en contacto con la naturaleza y, en ciertos casos, que adquieran conocimientos básicos de supervivencia. Un lodge en la selva de Madre de Dios (Perú), un parque en Keraka (India) o un paseo por la Reserva Monteverde (Costa Rica) son buenas opciones para considerar.
Los padres deberán averiguar lo más posible acerca del ambiente y condiciones climáticas del lugar que visitarán con sus niños, previendo las vacunas indicadas para la zona, repelentes, vestimenta ligera y cómoda, el equipo necesario para el campamento y una evaluación previa con el pediatra de la familia. Por supuesto, nada más esencial especialmente en estos casos que viajar protegidos por una asistencia al viajero.