La nueva era de RH tiene como base la colaboración
Para medir el valor de cualquier compañía es indispensable entender y evaluar el capital humano disponible para alcanzar resultados. Los equipos de Recursos o Talentos Humanos, en una nomenclatura más moderna, necesitan reformular su modus operandi, dedicando tiempo y esfuerzos para una gestión de personas enfocada en la integración y en la adecuación de los profesionales a las expectativas de cada cargo y función ejercida. Asimismo, es necesaria la habilidad para lidiar con individuos que tienen expectativas bastante altas con relación a los ambientes de trabajo, además de poseer una alta exposición a la información y tecnología. El primer paso es olvidar un RH puramente administrativo. La nueva era es de un RH colaborativo, que soporta el desarrollo de las personas a través de metodologías asertivas, contribuyendo al crecimiento de la empresa.
Con ese enfoque, RH necesita ir de la mano con el equipo directivo de la empresa. Tal sintonía proporcionará una visión amplia sobre las perspectivas y estrategias pretendidas del negocio, garantizando, entonces, una mejor definición de las competencias esenciales para lograr tales resultados. Esta valiosa información hace que el proceso de reclutamiento y selección de personal, gane alto porcentaje de asertividad, identificando en los profesionales las características esenciales y los gaps de conocimiento que necesitan ser atendidos.
A partir de ahí, todas las acciones de recursos humanos se basarán en un plan destinado a la mejor dirección de los negocios. Dependiendo del tamaño de la operación de la compañía, las hojas de cálculo no serán capaces de ofrecer la extracción adecuada de los datos registrados. Una herramienta más robusta, permitirá la optimización de tiempo y proveerá de información de calidad a fin de que recursos humanos pueda dirigir esfuerzos al reconocimiento y retención de talentos. La adopción de un software especializado ofrece a la organización la visualización de cómo trabajan los profesionales, volviendo tangibles las acciones que se deben tomar para garantizar la inclusión del trabajador en la cultura y metodología de la empresa.
El nuevo RH lidia con profesionales que, para generar valor a la compañía, necesitan de interacción y transparencia en relación a lo que pueden esperar de la organización y, principalmente, que mantengan expectativas perfectamente alineadas en relación con los resultados que serán cobrados al final de cada periodo. El uso de la tecnología también auxilia en este punto, por ejemplo, permitiendo el desarrollo de evaluaciones de desempeño con metodologías actuales, capaces de unificar los datos y generar planes de acción más coherentes para cada cargo/roll.
Colaboración es la palabra clave y compartir es uno de los verbos más importantes y ampliamente utilizados en los últimos años. RH necesita apropiarse de este escenario de cambios en el comportamiento de las personas y aprovechar todos los recursos disponibles para llevar a los colaboradores, formas de comunicarse más cercadas a las utilizadas en la vida personal. Muy parecido a las redes sociales, las comunidades corporativas son ambientes para promover la diseminación de conocimiento, divulgar cursos interesantes, ofrecer video-entrenamientos y todo tipo de contenidos de la empresa.
En vez de e-mails, RH pasa a estar presente vía comunidad, fomentando la integración entre los equipos y el intercambio de información e ideas. Las encuestas de clima, con certeza, confirman los beneficios obtenidos con acciones sencillas, capaces de enriquecer, y mucho del ambiente de trabajo.
Todavía hay otras maneras para que RH se reformule, garantizando así una mayor cercanía con los colaboradores y en línea con las directrices de la empresa. La Gamificación, por ejemplo, es otro recurso muy interesante en el que de manera lúdica y competitiva, se consigue motivar a las personas para generar conocimiento y facilitan el reconocimiento de los efectos de las acciones internas.
La nueva era es ahora y está más accesible que nunca.